No aguanto este sindiós
Como decía José Luis Cuerda, se hace saber que vivimos en un flashback permanente. No sólo porque este gobierno tiene tanta nostalgia del pasado que legisla de espaldas y camina para atrás, sino porque dicen las encuestas que aún hay una mayoría que tampoco quiere avanzar y que van a volver a ganar las elecciones los de toda la vida. Será que los ciudadanos se han acostumbrado tanto a que les empujen que no saben dar un paso al frente. Pero es también, y sobre todo, porque algunos viven de maravilla a costa de los que ya están y se justifican diciendo que todos son igual. Cree el ladrón que todos son de su condición y los demás tenemos que aguantar que nos sigan tocando los bemoles.
Hay que decirlo así y hay que decirlo más: nos los tocan y hay una mayoría a la que le da igual. Mira Esperanza Agurtel, digo Aguirre, que parece que va a ganar después de sus mamandurrias, de enchufar a amigos y familiares, de elegir a corruptos y delincuentes y de atropellar a esta ciudad en la que aparca como si fuera su cortijo. Pero da igual. Dan igual los Gürtel, ERES, Púnicas, Bankias, Ratos, Bárcenas y tarjetas black. Dan igual todas sus faltas de respeto. Les siguen votando, les dan permiso para volvernos a faltar.
“Un hombre en la cama es un hombre en la cama”, decía Ciges en Amanece que no es poco. Un político corrupto es un político corrupto. Cuando te engañan una vez la culpa es suya, pero cuando lo hace diez, eres tú el que se lo tiene que mirar porque les estás pidiendo que te lo haga más y te lo haga peor. Les estás legitimando para que lo vuelva a hacer con más alevosía, soberbia e impunidad. No se puede negar: votar hoy en día a los partidos de la corrupción, después de 40 años de atropello, es darle tu aprobación al oprobio. Y ya no sabe uno qué tiene que pasar en este país y qué más tropelías tienen que cometer estos mangatarios para que nos dejen en paz.
Es para cabrearse. También con los partidos que dicen representar el cambio pero se enzarzan entre ellos como hacen los demás y acaban por parecerse tanto a lo que quieren cambiar que parece solo un cambio de papeles para que el guión siga igual. Para hacer lo mismo que ya hacen, ya tenemos a los que están. Podéis llamarme radical pero creo que quien quiera cambiar las cosas, tiene que serlo, tiene que proponer medidas audaces, valientes, nuevas, tiene que cambiar el horizonte y hacernos imaginar otra realidad, por muy insólito que parezca ahora, porque solo así se cambia lo que hay.
Tenemos una oportunidad única para echarlos y a lo mejor una única oportunidad. Por eso cabrea que quienes puedan hacerlo, lo vayan a desaprovechar. El régimen agoniza, está enfermo, si lo empujamos se va. Claro que no quiere irse y se agarra a la vida con tanta fuerza que va a acabar por matarnos a nosotros si no acabamos antes con él. Por eso hay que votar para echarlos, hay que votarlos con uve y con b. Y hay que convencer a los que se conforman con que amanece que no es poco. Hacerles ver que amanece al revés, que vamos para atrás, que estamos haciendo un flashback y ya no se puede soportar.
Yo no lo aguanto más. No aguanto este sin dios…
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